¿Cómo se usa una almohada cervical?

Las almohadas cervicales tienen su propia finalidad. Se utilizan para cuidar del cuello y de nuestra postura al momento de dormir. Claramente, no tiene una indicación medica, cualquier persona puede usarla. No obstante ¿Cómo se usa una almohada cervical?
La almohada cervical se emplea en nuestro cuello y tiene una forma diferente que la caracteriza y la destaca en comparación a las almohadas tradicionales. A continuación, te indicaremos todo lo que debes conocer antes de adquirirla.
¿Qué es una almohada cervical?
La almohada cervical está diseñada para cuidar del cuello. Se trata de un tipo de almohada especial para las personas que duermen boca arriba. El objetivo es cuidar y mantener la columna vertebral a la hora de dormir.
Este tipo de almohada es de un tamaño pequeño y no está fabricada para un tipo de personas en particular. Es decir, la pueden utilizar personas que padezcan de la cervical, así como personas sanas. De la misma manera, no existe un rango de edad en particular. Cualquiera puede usarlas.
Su estructura es lo que nos permite diferenciarlas en comparación a las almohadas tradicionales. Cuenta con una pequeña área curva en la parte central, con una desigualdad de aproximadamente 2,5 pulgadas entre el área baja y el área superior.
Asimismo, conviene destacar que son almohadas de tipo viscoelásticas. Por ello, debes tener cuidado al momento de lavarlas. Evita el contacto con el agua y tu almohada estará perfecta, sin perder la calidad.
¿Cómo utilizarla?

La manera ideal de utilizar la almohada cervical es posicionándola justo debajo de nosotros, a la altura de nuestro cuello. El cuello debe quedar en la elevación de la parte baja, y nuestra cabeza en la curva que le sigue.
Claramente, lo ideal es que la persona se acueste boca arriba y ubique su cuello en la parte más elevada. De esta manera, el área cervical está en contacto directo con la zona elevada de la almohada y el resto de la cabeza se apoya en el área baja.
Esta pequeña elevación debe ser proporcional al cuello, es decir, esta parte del cuerpo debe estar en contacto permanente con el área curva para permanecer alineada con la columna vertebral durante toda la noche. De esta manera, evitaremos los dolores cervicales y el mal dormir.
A la hora de comprar este tipo de almohada, es muy importante tomar en cuenta el área cervical. La desigualdad ubicada en la parte baja de la almohada (donde pondremos nuestro cuello) debe sentirse cómoda y no debería ejercer presión.
Errores que debes evitar con el uso de almohadas cervicales
Existen algunos errores comunes que debemos evitar cuando adquirimos una almohada cervical. Inicialmente, debemos evitar dormir en una posición que no sea boca arriba. Recuerda que esta posición es la ideal para este tipo de almohada.
Debemos evitar colocar nuestra cabeza en la curva elevada, donde realmente va nuestro cuello. Es un error común que generará una mala postura. A su vez, puede generar dolor e incomodidad al día siguiente, en especial si sufres de la cervical.
Por otro lado, hay que evitar deformar la almohada o doblarla para utilizarla de una posición que realmente no es la planeada. No recibiremos los resultados deseados si utilizamos la almohada de una manera diferente a su indicación.
Asimismo, evitemos dormir de lado. Acuéstate boca arriba y trata de adaptarte a la almohada.
Es importante destacar que, el primer día nos incomodará la almohada. Por ello, debemos acostumbrarnos y dormir algunas siestas antes de pasar la noche entera con ella. Esperamos que sigas nuestras sugerencias y disfrutes de tu almohada cervical.